con
uno o más ingredientes,
entre los que suelen aparecer el agua y la harina. El uso más habitual del
concepto está referido a la comida realizada con una masa de harina de trigo,
huevos (aunque
no representan un componente indispensable en este caso), agua y
sal, que se cocina en agua hirviendo.
La pasta, por lo tanto, incluye los diversos tipos
de fideos (tallarines, espaguetis, fetuchines, macarrones, etc.), los raviolis
o ravioles, los canelones y otros productos de este tipo. También es común
hablar de pasta incluyendo la pizza, en todas sus presentaciones. Por lo tanto,
la expresión “me gusta mucho la pasta” no resulta muy precisa, y suele suscitar
una pregunta que busca la variedad en particular.
Por ejemplo: “Esta noche quiero comer pasta”,
“Nunca probé una pasta tan rica como aquélla que comimos en Milán”, “Mi comida
preferida es la pasta”, “Alfredo me invitó a comer a un restaurante de pasta
muy romántico”.
Cabe mencionar que en los casos recién expuestos,
es más correcto utilizar utilizar el término de forma incontable. Por el
contrario, pastas suele hacer referencia a lo que en algunas regiones se conoce
como masas secas y a todo tipo de productos dulces, tales como muffins (también
llamados magdalenas) y croissants (o medialunas). Sin embargo, en el habla
cotidiana no siempre se respeta dicha distinción; eso sumado a que el sonido de
la letra “s” al final de una palabra suele desvanecerse en muchos acentos
hispanos, da como resultado que esta regla sea de conocimiento popular tanto
como la composición del suelo lunar.
Por lo general, se considera que Italia es la
tierra de la pasta, y el estereotipo de un italiano es un hombre regordete que
come fideos o pizza, sin mencionar que canta ópera por la calle y que habla con
un acento ridículamente marcado que no representa en absoluto la realidad. Y
con respecto a la pasta, el mito no se encuentra tan lejos de la realidad, ya
que un italiano promedio conoce y prepara a menudo infinidad de receta con
espaguetis o macarrones, por ejemplo, y lo mismo sucede con la pizza.
Más aún, en las ciudades italianas abundan los
sitios donde comprar pasta, tanto dulce como salada, y es prácticamente
imposible que la calidad baje de “muy buena”. Cualquier extranjero que haya
siempre disfrutado de los fideos y la pizza coincidirá en que Italia es el
paraíso de dichos platos: masa crocante pero no demasiado fina, cocción y
salsas de ensueño, así como una gran variedad.
La noción también se usa para nombrar a ciertas
masas que no son comestibles, sino que permiten fabricar papeles y cartones:
“En esta planta producimos la pasta de celulosa que se utiliza para hacer el
papel más vendido del país”.
La pasta dental, crema dental o dentífrico es el
producto que se emplea para la limpieza de los dientes.Suele contener
monufluorfosfato de sodio y fluoruro de sodio, entre otros componentes. Además,
se presenta en una amplia variedad de “sabores” e intensidades, e incluso
existen líneas específicas para niños, intentando satisfacer todas las demandas
del mercado y aumentando su atractivo para promover su uso, que resulta básico
para la salud bucal.
La manera de ser, la predisposición innata y la
personalidad de un individuo también se conocen como pasta: “Me cae bien este
muchacho, parece de buena pasta”, “Lamento decirte que no tienes pasta para la
música”, “Creo que tiene pasta para los negocios”.
En el lenguaje coloquial de España, por ejemplo,
pasta es el dinero, así como en Argentina se dice “guita” o en México, “lana”.
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